razón de ser

La gestión de residuos es el reflejo de nuestro modo de vida. Los hábitos de consumo, el lugar que ocupamos en la estructura social, nuestra relación con el entorno y la forma en que entendemos el progreso… todas estas cuestiones salen a la luz al analizar nuestra forma de gestionar la basura que producimos.

En Euskal Herria, la evolución ha sido significativa en los últimos años. Nos hemos concienciado de la importancia del tema y, hoy por hoy, pocos son los que ponen en duda la necesidad de dar un tratamiento adecuado a los residuos. Tanto ciudadanos como organizaciones municipales estamos obligados a actuar con responsabilidad.

En este sentido, es notable cómo las instituciones han vestido sus discursos con una cuidada terminología: salud, medio ambiente, economía circular… son algunos de los conceptos que más se escuchan. Sin embargo, más allá de discursos vacíos, la práctica resulta bien distinta en la mayoría de los casos.

Euskal Herria carece de una política conjunta para el tratamiento de residuos, cada territorio tiene su funcionamiento, y se ha querido obtener beneficio político de un problema que requiere compromiso social. A menudo prevalecen decisiones contraproducentes y erróneas, favoreciendo así tendencias puntuales e intereses económicos. A día de hoy, la ley de residuos es clara en cuanto a los principios que deben marcar su gestión: el principio de jerarquía de tratamiento, la política de tarifas y precios y los criterios de transparencia, entre otros. Cuando no se aplican dichos principios, los discursos vacíos de contenido resultan confusos, falsos y perjudiciales.

Ante estas conductas, los municipios de Euskal Herria que firmamos este documento manifestamos nuestro total compromiso con una gestión de residuos responsable y sostenible, tanto en la teoría como en la práctica. Los municipios que apoyamos esta forma de trabajo hemos decidido unirnos para impulsar la cooperación en pro del interés común.